Cada 26 de septiembre se celebra el Día Mundial de Prevención del Embarazo No Planificado en la Adolescencia. Esto representa una oportunidad para visibilizar la importancia del acceso a la salud integral de niñas, niños y adolescentes. También, para poner sobre la mesa, la problemática que muchas veces, por desconocimiento, desemboca en un embarazo adolescente a una edad muy temprana.

En el marco de este día, OSUNER dialogó con la Dra. Romina Spoturno, Médica Tocoginecóloga, Especialista en Ginecología Infanto Juvenil, delegada de la Sociedad de Ginecología Infanto juvenil por Entre Ríos y ex Jefa del Programa de Adolescencias de La Provincia de Entre Ríos. El intercambio estuvo específicamente enfocado en el trabajo llevado adelante en el Consultorio de Adolescencias del Hospital Materno Infantil San Roque de Paraná.  

Este se constituye como un espacio independiente para la consejería en materia de salud sexual y reproductiva desde 2007 y presenta antecedentes de consultorio para el embarazo adolescente desde 1999.  Sobre el consultorio de adolescencia del Hospital San Roque, Sportuno expresó que “se ha tratado de organizar en el marco del Plan para la Reducción de la Mortalidad Materno Infantil, de la Mujer y Adolescentes a nivel nacional, cuyo propósito fue la gestión de las consultorías de adolescentes en el país”. Este programa, apoyado por UNICEF, busca reducir la mortalidad infantil en sus dos componentes –neonatal y postneonatal– y la materna, el embarazo adolescente no planificado y la incidencia y mortalidad por cáncer cérvico uterino.

El equipo interdisciplinario está actualmente conformado por la Lic. en Enfermería, Natalia Noble; la Lic. en Psicología, Natalia Nerone; la Lic. en Obstetricia, Carina Romero; la Dra. y Médica Pediatra, Soledad Vignuda; y la Dra. Spoturno. Este conjunto de profesionales se encarga a diario de la admisión de niños, niñas y adolescentes que solicitan asesoría. Los turnos son programados, pero también se reciben derivaciones y consultas espontáneas. Al respecto del seguimiento de las pacientes, Sportuno expresó que “los embarazos no planificados se acompañan como cualquier otro. Además, dependiendo de las edades, se le ofrece a las pacientes la opción de consejería de interrupción. En general asisten junto a sus parejas o familia. En caso de que quieran continuar con el embarazo, junto con el servicio de obstetricia se realiza el seguimiento de la persona gestante. Si se trata de adolescentes menores de 13 años se considera un abuso”. En este último caso se actúa según el Protocolo Interinstitucional de Actuación en casos de Abuso Sexual Infantil en la Provincia de Entre Ríos, que tiene el objetivo de evitar el proceso de revictimización de los menores y promover redes de trabajo interdisciplinar e interinstitucional. 

Acerca del rol de la familia respecto a la educación sexual en el hogar, la ginecóloga planteó: “Es educacional en todos los sentidos cotidianos. En este sentido, resulta que todo hace a la sexualidad: el aseo, la alimentación, la prevención de enfermedades, el deporte, el conocimiento, el cuidado y el respeto por el cuerpo del otro”. Esta perspectiva integral de la sexualidad también es un modo de relacionarse con las infancias y las juventudes. “Hay que conocer a nuestros hijos, tratar de abrir el diálogo. Particularmente cuando llegan a la adolescencia, arrimarse y escucharlos porque los jóvenes van cambiando a lo largo de su desarrollo”, manifestó Sportuno.

Cabe destacar la incidencia del Estado en esta problemática de salud. “Las políticas públicas han hecho hincapié en el desarrollo de la gestión de servicios para adolescentes”, afirmó Sportuno. En escuelas, por ejemplo, se ha implementado el Plan ENIA (Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia), cuyos ejes son la concientización, la información y la accesibilidad a los métodos anticonceptivos, a ESI, a asesorías y a consejerías. Se sanciona en 2003 Ley de Salud Sexual y Reproductiva y Educación Sexual Provincia de Entre Ríos Nº 9501, que se adhiere a la Ley nacional de Salud Sexual y Procreación responsable nº 25673. En 2007 se aprueba la ley de lisis tubaria, comúnmente conocida como ligadura de trompas, normativa que hace posible que, mediante una consejería, chicas y jóvenes, explicar la eficacia y la irreversibilidad del método. Al respecto, la ginecóloga declaró que “hay chicas que lo eligen de todas maneras, en diferentes contextos de salud personales. A la decisión hay que apoyarla con la necesaria información y el debido acompañamiento”. Se trata de la Ley Nacional Nº 26.130 de Anticoncepción Quirúrgica garantiza el acceso a la ligadura tubárica y la vasectomía. Desde su sanción, reconoce la anticoncepción quirúrgica como un método anticonceptivo entre los disponibles para elegir y debe ser incluido en las consejerías en salud sexual y salud reproductiva. A nivel global y en el marco de las políticas estatales, “la educación es una herramienta para la vida. Siempre remarco que no tendríamos que hablar de educación sexual integrada si lo estuviera realmente. Debemos tener en cuenta que la sexualidad nos atraviesa desde que nacemos. Tal vez no tendríamos que diferenciarla si hubiera educación integral”, consideró la especialista.

“El Estado viene acompañando con políticas. Sin embargo, la gestión de los servicios es un trabajo a pulmón. Hemos tenido que salir a defender espacios conquistados hace más de 20 años”, contó la médica. Esta lucha remarca la importancia de seguir visibilizando las necesidades de las infancias y juventudes, de exigir las acciones de las entidades públicas en torno a la educación sexual integral y defendiendo el acceso gratuito a los métodos de anticoncepción, y las condiciones dignas de trabajo para el personal de salud.